En las Islas Canarias hay de todo para ti. Siendo un aspecto muy importante del turismo español, las islas impresionan a todo tipo de turistas del mundo. Una parte indispensable del turismo canario son las obras maestras y piscinas de César Manrique en Tenerife y otras regiones.
Nacido el 24 de abril de 1919 en Arrecife, César Manrique fue un arquitecto, artista, escultor, pintor y un gran amante del medio ambiente. De niño, le gustaban mucho el arte y la creatividad. Manrique estudió Bellas Artes en la Universidad de La Laguna. Luego, recibió una beca de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde tuvo la oportunidad de graduarse como profesor de arte y pintura. Como era un ecologista, se inspiraba notablemente en los elementos naturales, los cuales reflejaba en sus diseños sostenibles con un gran mensaje de preservar la naturaleza.
A lo largo de su carrera, César Manrique creó obras excepcionales, gracias a las cuales Tenerife se convirtió en un destino excepcional. La más conocida es el Parque Marítimo, pero la lista no termina aquí. Entre muchas, aquí presentamos algunas de las obras más famosas de César Manrique en Tenerife.
Jameos del Agua
El tercero se llama Jameo de la Cazuela y tiene agua salada de los mares. Esta piscina de César Manrique en Tenerife se usa principalmente para grandes eventos y fiestas en las Islas Canarias. Para visitarla, la piscina está abierta todos los días de 10:00 a 18:30.
Esta obra extraordinaria encabeza la lista por su diseño, belleza y principios artísticos de César Manrique. La palabra «jameo» proviene del origen guanche y se refiere al agujero provocado por la caída del techo de un tubo volcánico. El arquitecto canario transformó ese túnel volcánico en un entorno precioso gracias a sus habilidades creativas.
Al llegar a Los Jameos, los turistas pasan por el Jameo Chico, donde hay un lago con aguas cristalinas rodeado de vegetación natural y un toque artístico. También se encuentra un restaurante donde puedes probar exquisitos entrantes como papas arrugadas con mojos tradicionales, pulpo crujiente, crema de verduras, etc. Además, puedes disfrutar de los mariscos más frescos acompañados con el vino de la casa. El restaurante no decepciona a los vegetarianos; ofrecen parrilladas de verduras, ensalada de frutas, risotto de champiñones y postres.
Después de disfrutar del Jameo Chico, te diriges al Jameo Grande, donde te quedas impresionado al encontrar la piscina de aguas azules, las rocas negras y el color verde de los cactus, las palmeras y las higueras alrededor de la piscina.
Mirador del Río
Si estás planeando visitar o ya te encuentras en las Islas Canarias y quieres disfrutar de las mejores vistas panorámicas, debes acudir al Mirador del Río. Está ubicado en la parte superior del Risco de Famara, a 474 metros de altitud, en la isla de Lanzarote. Inaugurado en 1973, se considera una obra maestra del arquitecto canario César Manrique debido a la fusión del diseño arquitectónico con el entorno natural.
Al acceder al mirador, te encuentras con una magnífica escultura de un ave y un pez que representan los elementos del entorno: el aire y el agua. Luego, llegas a los «ojos» del Mirador, que son dos ventanas con forma abovedada. Desde allí se observa una franja de mar llamada El Río, que divide las dos islas: la isla de Lanzarote y la isla de La Graciosa. Desde el otro lado del Mirador del Río, se ve el Archipiélago Chinijo.
Para enriquecer la experiencia en este mirador extraordinario, puedes caminar hacia el interior, donde hay dos esculturas creadas por César Manrique que se ajustan muy bien a su filosofía. Cuando desees recobrar energías antes de visitar las piscinas de César Manrique, puedes aprovechar el bar cafetería en el mismo espacio. Con una terraza que ofrece las vistas más espectaculares, puedes relajarte y saborear la comida canaria. Este bar ofrece bocadillos fríos, paninis calientes, una selección de bollería y todo lo que desees para tomar.
Monumento al Campesino
Otra obra espectacular de estilo vanguardista de Manrique se alza en el centro geográfico de Lanzarote, en el municipio de San Bartolomé. Construido en 1969, el Casa Museo de Campesino fue el homenaje del escultor canario a los campesinos y su forma de honrar el desempeño de los agricultores, quienes trabajaban de sol a sol superando las adversidades para dar vida al campo lanzaroteño.
El Monumento al Campesino representa la agricultura, la artesanía, la gastronomía tradicional y, sobre todo, la arquitectura.
Algo que te llamará la atención es la estatua que mide 15 metros de altura, creada a partir de elementos desechados del pueblo como tanques de agua y barcos pesqueros. La tienen colocada sobre una pila de piedras llamada La Peña de Tajaste. Los elementos están dispuestos de tal manera que forman la imagen de un hombre sentado sobre un animal cargado. Junto al monumento, encontrarás un pequeño pueblo construido sobre un antiguo caserío restaurado, con paredes pintadas de blanco, puertas y ventanas en verde y decoración cultural. En este espacio, podrás pasear por los talleres donde los artesanos trabajan con cerámica, bordados y tejidos. Lo mejor de este viaje al pasado es que la entrada es gratuita y puedes planificar una visita entre las 10:00 y las 18:00.
Termina el día como un lanzaroteño, visitando el Restaurante Museo del Campesino para disfrutar de los platos típicos y tradicionales como el sancocho, las papas de la tierra, carnes, exquisitos postres, café de todo tipo, refrescos y bebidas bien frías.
Lago Martiánez
Ubicado en Puerto de la Cruz, el Lago Martiánez es un complejo de ocio de aproximadamente 100,000 metros cuadrados. Al diseñar el lago, el arquitecto canario tenía en mente crear lo mejor, utilizando su toque creativo con los elementos ya presentes, como las garitas, las empalizadas, los charcos y la playa. Como resultado, ¡creó un lago artificial con cinco islas en su interior! Además, este complejo de ocio cuenta con piscinas, jardines, restaurantes, terrazas y esculturas de César Manrique.
Llámalo como quieras: un parque acuático, un espacio de ocio o un museo al aire libre, ya que dispone de cuatro piscinas para adultos y tres para niños, lagos artificiales, vistas al mar Atlántico, esculturas del escultor canario y restaurantes. Sería una buena sugerencia para las familias, ya que este lago de ensueño cuenta con una hamburguesería, dos restaurantes y cinco bares. En otras palabras, ¡una amplia selección de comida para satisfacer el apetito!